La ironía de la vida la hace muy graciosa, pero aún más graciosa la hacen esos momentos en que presencias algo novedoso, quizá incomprensible, y te das cuenta que si pensabas que nada más te podía sorprender de algo o alguien, estabas equivocado.
La fecha era sabado, yo pasaba un hermosa tarde junto a mi novia cuando recibí un llamado, era uno de mis amigos que me preguntaba sobre mi asistencia a un tono cumpleaños de uno de nuestros amigos del cual prefiero no decir nombre propio (JMC) pero que puedo datear le dediqué unas líneas.
Mi presencia en el onomástico fue tardía sin embargo pude presenciar, en compañía de toda la fiesta cómo el anfitrión, luego de ingerir sustancias penadas, introducía a una femina a su habitaión y realizaban una sesión en el tálamo, mientras el acongojado hermano de la mencionada tenía que soportar los comentarios y la verguenza del indecente acto.
El término es lo de menos, todos saben como puedo haber acabado. Sin embargo lo que más recuerdo de esa noche fueron las palabras de mi amigo Jose: Cuando pensabas que ..................., no podía sorprenderte, te sorprende más de lo que te imaginabas.
Y la reflexión es bien simple: mientras que unos pueden estar haciendo algo que les causa placer, cualquiera que sea la actividad, existen otros que sufren por ese acto. Sí es gracioso, anecdótico, etc., la cosa es quizá ponerse en los zaptos del otro y pensar en su sufrimiento y verguenza. Por lo demás JAJAJAJAJAJAJA...Se tiraron a su hna. en sus narices. ¿Ahora cómo volver a mirarla a la cara como la niña que era? ¿Ahora cómo poder mirarlo a él sin querer sacarle la mierda? ¿Ahora cómo mirar a tus padres? Lo siento, pero esas cosas, sí que causan risa.
lunes, 4 de agosto de 2008
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