Ojos desorbitados; dientes maltrechos; olor a...no sé, un maldito olor a sucio o guardado; un color cobrizo, que a veces se viste de blanco y a veces de negro. El puto olor se va en algunos casos, pero queda esa esencia a desecho, esa intolerable esencia que no tienes la culpa de emanar. Ni eso, ni esas brillantes cosas que tienes entre dedos, que son tu orgullo y tu lenta muerte. Sí, pues nadie puede culparte de nada, ni catalogarte de mil maneras, porque eres simplemente el reflejo ahogado de lo que los demás somos.
No supe en un principio que plasmar, muy pocas veces algo me deja absorto, pocas son las cosas que siento pueden llegar a sorprenderme, y sin embargo estaba frente a algo tan común y con lo que tuve que aprender a convivir, pero, a distinción de otras veces, sentí el problema, lo vi desde otra perspectiva y lejos dejé mis comentarios humanistas, los cambié, los cambié por conchasusmadres, hijosdeputas y que desgracia. Los convertí en frases comunes y fuertes, pero desde el corazón.
Estaba en mi sala plan de once y media de la noche, hace dos semanas creo, cuando sin querer terminé viendo el tan esperado informe realizado por Humberto Ortíz para su programa Enemigo Intimos. El título era algo como los nietos del terror o derivados, y presentaban la realidad de muchos niños en provincias y la misma capital: varones y feminas menores de edad que viven en basurales aunque algunos tienen hogar; fuman marihuana, aspiran terocal, son la comidilla de las macanas los fines de semana después de cada bronca; y manejan bisturíes para cortar a sus semejantes.
Nada nuevo, chicas prostitutas, niños abusados, alcoholicos menores, harta sangre, harta pinga, harto telo, harta droga y harto adulto inútil (léase autoridad o no) que solo los divisa para luego comentarlo con su com adre/padre, el fin de semana, como una muestra de cómo la juventud ahora es una basofia, la moral está por los suelos, el futuro del país esta en picada, y el arroz subió. Sarta de incompetentes que somos todos, sin embargo la distinción se da en dos ámbitos a mi entender.
1.- El reportaje, hecho en la ex o todavía capital del terrorismo, Ayacucho, mostraba, quizá de una manera algo sensacionalista, la realidad de la juventud, que llega a comprar hasta bisturíes en farmacias, a la vista y paciencia de todos los adultos, para luego pintar gratis de rojo las postas locales, las cuales dudo tengan todo lo necesario para hacer lo debido en sanar las distintas heridas por fin de semana.
2.- También nos mostraba la nota todo el suceso y la permisividad incluso por parte de los funcionarios públicos, alguno dueño de discotecas para el divertimento de menores, osea, SAQUENSE LA CHUCHESUMARE EN MI CARA, CHUPEN DESDE CHELA HASTA PINGA EN MI LOCAL, TOTAL, EN ESTOS CINCO AÑITOS TENGO QUE AHORRAR PES CAUSA. Gracias Dios por hacer que grandes personajes tomen las riendas del país.
No es tu culpa ser tildado de desadaptado, de ninguna manera. La culpa es nuestra por dejar pasar todo a vista y paciencia de nuestras conciencias. Nosotros somos egoístas, te vemos y vomitamos, escupimos; La mano al prójimo solo la usamos al manosear, al mermelear, al aprovechar. Somos nosotros los que te hacemos sentir basura, somos los que te brindamos las armas por un par de pesos. Somos aquellos que nos quejamos pero no solucionamos, somos esos cuya mejor solución pensamos es acabar con ustedes.
Disculpenme, la verdad no fue mi intención, ni busco responsables de mis actos, simplemente les pido me disculpen, escribo y pienso que si alguien hiciera algo podrían tener algo mejor en el futuro, pero no etoy seguro de poder decir yo, simplmente digo que si por mi fuera haría algo, dar mi granito triturado de arena, aunque quizá solo quede en palabras. L a verdad ojalá algún día cumpla con lo escrito, ojalá alguien más este a mi lado dispuesto a hacerlo también. Ojalá.
Si la idiosicracia del peruano es trabajar para uno mismo y a la mierda los demás, estoy seguro que la de los demás es a la mierda el peruano. Es por eso que crecemos micro y macro, pero no crecemos culti.
jueves, 24 de julio de 2008
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